Hace 18 años que asisto a esta Iglesia en Barcelona y cada día estoy convencida de que Dios fue quien guio mis pasos para encontrar esta comunidad de hermanos, que con amor y enseñanzas he aprendido a crecer y a amar a cada de uno de ellos tal como son, gracias a la guía de los Maestros y Pastores que con esmero y sacrificio se dedican a enseñar la Palabra del Señor y buscando siempre siendo guiados por el Espíritu de Dios, para transmitir una sana doctrina. Gracias, mi Señor, porque solo en ti pude encontrar libertad, plenitud y abundancia. Sí, gracias, Señor, por el día que me pusiste en esta comunidad en mi Iglesia en Ciudad Meridiana.